Caracas 454

Una moderna
monumentalidad

Fragmento de una conferencia dedicada a la ciudad capital de William Niño Araque

POR: William Niño Araque

Instalada entre la ciudad de los sueños y la ciudad real, la ciudad de la plena modernidad resguarda un arsenal de referencias, situaciones y recuerdos que revelan la consagración de la ciudad cotidiana y verdadera. Los monumentos de la modernidad, muchos de ellos presentes como bastiones solitarios, revelan un recorrido memorable, ya que hacen habitable la utopía. Se comportan como las referencias ineludibles del siglo XX y de algo que trasciende la vida urbana contemporánea.
Los documentos de los cincuenta se levantan entre las ruinas como acentos en el inmenso texto de la ciudad, proyectando el inconsciente en la ciudad misma. Conforman el cuerpo simbólico de un saber venezolano y constituyen el trazado visual de las referencias míticas que nos permiten reconocer y redescubrirnos entre ellas.
Autopistas, esculturas, detalles, espacios internos, mobiliarios, avenidas y arquitecturas manifiestan públicamente la verdadera dimensión escénica de la ciudad. Los monumentos y los edificios permiten la apropiación del espacio urbano a través del conocimiento de la historia; el Helicoide y la Avenida Fuerzas Armadas; el Humboldt y la montaña; las Torres del Centro Sillón Bolívar y la Avenida Bolívar; el 23 de Enero y la avenida Sucre; la Torre Polar y la plaza Venezuela; el recinto interno del Aula Magna y la Ciudad Universitaria; el Aeropuerto de La Carlota y el Parque del Este; los Boquerones y la Autopista Caracas-La Guaira; el Circuito de la nacionalidad y el Patio de Honor de la Escuela Militar; María Lionza y la Autopista del Este, trazan la cartografía de una modernidad inapelablemente caraqueña.

Una moderna monumentalidad

Plaza Venezuela. Nicola Rocco, Caracas cenital, 2005 © Archivo Fotografía Urbana

El monumento es una defensa contra el traumatismo de la existencia, es un dispositivo de seguridad; el monumento asegura, tranquiliza y apacigua conjurando el ser del tiempo. Es una garantía de nuestros orígenes y calma la inquietud que genera la incertidumbre de los comienzos. Como desafío a la entropía, a la acción disolvente del tiempo sobre las cosas naturales y artificiales, trata de apaciguar la angustia de la muerte y la aniquilación.

Fragmento de Caracas: territorio de una moderna monumentalidad, escrito por William Niño Araque, incluido en el libro compilado por Tulio Hernández Ciudad, espacio público y cultura urbana. 25 conferencias de la Cátedra Permanente de Imágenes Urbanas (FCU, 2010).

William Niño Araque
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