En el marco de la presentación de dos nuevos libros del proyecto impulsado por la FCU Siglo XX Venezolano, en la séptima edición de la Feria del Libro del Oeste de Caracas, compartimos un texto del periodista Albinson Linares sobre el primer tomo, dedicado a la política.
POR: Albinson Linares, Fundación para la Cultura Urbana
Entre el 28 de noviembre y el 3 de diciembre se llevará a cabo la 7ª edición de la Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC), en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). En el marco de la FLOC, la Fundación para la Cultura Urbana (FCU) presentará los libros Ciudad, urbanización y urbanismo en el siglo XX venezolano (tomo 3) y La arquitectura en el siglo XX venezolano (tomo 4), del proyecto de investigación impulsado por la FCU, coordinado por nuestro presidente ejecutivo, Elías Pino Iturrieta, titulado Siglo XX Venezolano. El evento será el jueves, 1° de diciembre a las 10:00 am en el edificio Cincuentenario de la UCAB.
A propósito de esta presentación, a continuación compartimos una mirada sobre el primer tomo de la colección, dedicado a La política en el siglo XX venezolano, hecha por el periodista Albinson Linares, quien resume en palabras precisas, agudas, los seis ensayos que conforman el libro y establece su importancia en este tiempo.
La gesta del progreso en el siglo XX venezolano: seis miradas eruditas y urgentes
Algunos volúmenes son peligrosos para los regímenes autoritarios. Se trata de libros rigurosos que, con datos, argumentos y juicios brillantes, desmontan el discurso oficial y abren las mentes a una experiencia temeraria: la potencia subversiva de la memoria histórica.
La política en el siglo XX venezolano, un proyecto de la Fundación para la Cultura Urbana, entra en esa categoría por mérito propio. Se trata de seis ensayos, de otros tantos investigadores, que revisitan una de las centurias más vilipendiadas, criticadas, minimizadas, ninguneadas y, finalmente, ignoradas de la historia de Venezuela.
Diego Bautista Urbaneja, Guillermo Aveledo Coll, Carole Leal, Andrés Stambouli, José Alberto Olivar y Edgardo Mondolfi Gudat, quien también es el coordinador del volumen, se dan a la tarea de recrear y analizar —sin concesiones fáciles ni ditirambos— el siglo XX del país desde múltiples perspectivas que ahondan en la gesta mayoritariamente civil que desembocó en la creación del Estado venezolano moderno.
Contrario a los fastos heroicos, y convenientemente exagerados, de la gesta independentista y las guerras, estas seis miradas confluyen en el estudio urgente del esfuerzo sostenido de una sociedad que luchó por originar y mantener una república, contra viento y marea, a través de múltiples gobiernos y con una serie de conquistas políticas y sociales que han sido defenestradas hasta la saciedad desde el discurso demagógico entronizado en el poder.
En “La cultura electoral del venezolano”, Bautista Urbaneja reflexiona sobre las variantes y transformaciones que el acto del sufragio, y las estructuras creadas para fomentarlo y salvaguardarlo, sufrieron a lo largo del siglo. Huelga resaltar cómo el investigador detalla una característica de las primeras fases democráticas del país: a pesar de los liderazgos fuertes, era inconcebible pensar en un caudillo único. La alternabilidad era la norma, algo que desafortunadamente se antoja como una fábula para los venezolanos del presente.
“En esos 40 años, Venezuela no conoció lo que era un mesías y ninguno de ellos podría haber pensado en triunfar sin el respaldo de las organizaciones a las cuales pertenecían, aunque en algunos casos pudiera decirse que estas eran, en buena parte, su propia creación”, apunta el experto.
“Partidos políticos modernos: surgimiento, auge y declinación en la Venezuela del siglo XX” es un necesario ejercicio de análisis ejecutado con una prosa precisa y didáctica por Guillermo Aveledo Coll. La historia de los partidos políticos venezolanos, atacados y perseguidos de manera incesante en la actualidad, da cuenta de un proyecto progresista que fundó las bases para la gobernabilidad territorial y que, con sus propias fallas, intentó crear espacios de pluralidad política.
“Lo que permanece entre los venezolanos que creen en la democracia como cultura, de nostalgia por el pasado e, incluso, como vestigios materiales de vida civilizada que nos circundan, se debe a la voluntad de los líderes de los partidos políticos modernos del siglo XX, tanto líderes de movimientos que canalizaron las demandas sociales de modernización, como promotores de que esa canalización pasara por el procedimiento del sufragio universal”, advierte el investigador.
“La transmisión del poder: la construcción de la democracia en Venezuela a través de sus juras” es uno de mis ensayos favoritos de esta entrega por su eminente originalidad. La antropóloga Carole Leal Curiel desmenuza el protocolo, las reglas y los símbolos de las ceremonias de transmisión del poder en el país y, a partir de ahí, realiza una lectura muy interesante sobre el valor del contrato político venezolano y la importancia que revestía.
“En la construcción de nuestra cultura institucional del poder, la alternancia se condensó en este rito que implicaba el juramento constitucional y las insignias de la independencia y libertad inherentes a ese ritual político”, explica Leal Curiel en su ensayo.
Mención aparte se merecen sus reflexiones sobre los cambios que Hugo Chávez hizo durante su jura, y la dramática ruptura simbólica que podría verse como un presagio de la posterior aniquilación de las instancias democráticas venezolanas.
En “Concepción y desarrollo del Estado moderno venezolano en el siglo XX”, Andrés Stambouli tiene la difícil tarea de reflexionar sobre la noción de Estado en el país y las vicisitudes que lo llevaron al clímax durante el progreso constante que llegó a su límite en los años setenta y el declive posterior que sumiría a Venezuela en una aguda crisis de representatividad que fue aprovechada por los movimientos políticos más radicales.
“La pérdida de legitimidad de los partidos históricos como instituciones representativas coincidió con la crisis del Estado social interventor y de consenso de la Venezuela rentista. Mientras el Estado de partidos rentista dispuso de recursos y supo distribuirlos, su legitimidad y representatividad conocieron pocos desafíos”, asevera Stambouli en un párrafo fulminante por su claridad histórica.
A José Alberto Olivar le corresponde hablar de un tópico difícil y muy polémico: los militares venezolanos. En “Las Fuerzas Armadas, su concepción y desarrollo a lo largo del siglo XX”, Olivar se separa de las controversias y detalla el proceso de formación y profesionalización del estamento castrense venezolano recordando que, a fines del siglo XX, el país era una de las pocas democracias que continuaba su senda a pesar de los radicalismos imperantes en diversos países de América Latina.
Sin embargo, como todos sabemos, esa suerte de excepcionalismo explotó con la llegada de un pequeño grupo de militares que, hasta el día de hoy, se mantienen en el poder a la sombra de una revolución que agotó todos sus discursos y propuestas.
“El caso de Venezuela tuvo la peculiaridad de que el Estado, léase el moderno Estado centralizado, le debía su existencia al poder militar”, advierte Olivar en una sección de su ensayo donde, de manera brillante, puede inferirse la eclosión del monstruo militarista a lo largo de la centuria pasada.
Los lectores de la obra de Edgardo Mondolfi Gudat estamos acostumbrados a su notable erudición permeada por el afán innegable de divulgar la historia de una manera amena y rigurosa. En “Venezuela y el discurso de la modernidad en el siglo XX”, Mondolfi busca pistas y ofrece no pocas certezas del azaroso derrotero del proyecto democrático que se estanca, al igual que la economía, en la década de 1980.
“El Estado terminó revelándose cada vez menos capacitado para responder a las expectativas y demandas de esa sociedad crecientemente crítica y plural, así como sofisticada en gustos y visiones acerca del mundo y la contemporaneidad”, asevera Mondolfi en su trabajo.
A pesar de que la camarilla que acapara el poder en Venezuela ha usado todos los recursos del país para entronizar la mentira del gran fracaso del proyecto democrático del siglo XX, libros como este demuestran la importancia del conocimiento sistemático y la labor investigativa en aras de aclarar los logros indiscutibles del proceso político venezolano.
No hacen falta las exageraciones y las mentiras, como es dable advertir en los discursos demagógicos actuales, sino simplemente hacer un ejercicio riguroso de memoria histórica para entender cómo el progreso democrático nos llevó de tener 2.400.000 habitantes en 1900 a finalizar el siglo con unos 24.000.000 de personas.
Esa riqueza demográfica muestra de muchas maneras el éxito de una sociedad que, con errores y limitaciones, intentó modernizarse por la vía electoral y con un sistema partidista. También nos recuerda que, 21 años después, la tragedia dictatorial del país ha hecho que más de siete millones de venezolanos estemos afuera del país.
La política en el siglo XX venezolano es, sin dudas, un ancla de pensamiento para los venezolanos que, tanto adentro como afuera del territorio, soñamos con la idea de un país democrático y próspero. Son seis testimonios del innegable poderío de nuestra memoria histórica y la muestra de que estudiar lo mejor del pasado civil venezolano es la única manera de reencontrar la senda del futuro.
Albinson Linares
Imagen de portada: Rómulo Betancourt pronuncia discurso en el primer mitin político posterior a la muerte de Gómez. Caracas, 1936. Autor desconocido. ©Archivo Fotografía Urbana.
Imagen de cabecero: Evento partidista en apoyo al gobierno de Rómulo Betancourt. El Silencio. Autor desconocido. ©Archivo Fotografía Urbana.