Marco Diamanti y Luigi Sciamanna

Italianos enamorados
de Venezuela

El cierre de la primera parte del ciclo "Venezuela país de inmigrantes: gratitudes de ida y vuelta" estuvo dedicado a la migración italiana, sus aportes a nuestra cultura y su participación en la construcción de nuestra modernidad.

POR: Fundación para la Cultura Urbana

La italiana ha sido una de las migraciones más prominentes en el mundo, y una de las que más ha influido y enriquecido la cultura venezolana desde el siglo XX, aunque empezó desde un poco antes. Por ello, la clausura del primer ciclo de actividades de la Cátedra Permanente de Imágenes Urbanas (CaPIU) de 2021: «Venezuela país de inmigrantes: gratitudes de ida y vuelta» estuvo dedicada a ese país.

En esta oportunidad, Tulio Hernández, sociólogo y fundador-director de la CaPIU, conversó con el humanista y catedrático Marco Diamanti y el escritor, director y actor de cine y teatro Luigi Sciamanna, venezolanos de origen italiano que aman ambos gentilicios.

De la noche venimos y de Italia también: los italianos en la construcción de la modernidad venezolana fue el nombre dado a esta charla, en clara alusión al comienzo del poema Mi padre el inmigrante, de Vicente Gerbasi, alguien que, en palabras de Diamanti, “supo interpretar el drama del inmigrante”. La primera parte de este poema fue leída por Sciamanna.

A continuación, vino la etapa de “calentamiento”, en la que Tulio Hernández “lanzó” una serie de imágenes que Diamanti iba “bateando”: el primer mapamundi con el continente americano; el retrato de un italiano universal: Américo Vespucio; la imagen de Juan Germán Roscio, figura vital en nuestro proceso de independencia ; el Atlas, de Agustín Codazzi, obra indispensable en la toma de conciencia de nuestro territorio nacional; la estatua ecuestre de Simón Bolívar, esculpida por el artista italiano Adamo Tadolini; el tradicional Panettone, que ya forma parte de nuestras mesas; la fachada del restaurant Da Guido, icono gastronómico de Caracas.

Luego, la imagen de Johnny Cecotto, piloto de motociclismo y automovilismo venezolano, sirvió para recordar que cuando ganó el primer campeonato mundial de motociclismo para Venezuela al momento de escuchar el himno nacional estaban tres italianos: Cecotto, Andrea Hipólito e Italo Cichetti. Y, por último, dos venezolanos descendientes de italianos: José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, y el poeta Vicente Gerbasi.

De Italia a Venezuela

Desde Marco Polo, se sabe que Italia es un país de viajeros, exploradores e inmigrantes. Grandes oleadas de italianos se han asentado en países de todos los continentes, pero América ha sido uno de los destinos más importantes. Sin embargo, para Diamanti, después de la II Guerra Mundial ocurrió una especie de milagro, ya que “la inmigración italiana que vino a Venezuela fue diferente: llegaron médicos, soldados y profesionales que cambiaron la fisonomía de las ciudades y el agro venezolano”. Algo muy similar a lo que está pasando en los últimos años con los venezolanos, muchos de ellos profesionales, que se han ido a otros países a contribuir con su desarrollo.

Otro aspecto importante de la simbiosis cultural que se generó con la llegada de italianos a Venezuela es que nuestra gastronomía absorbió mucho de ella, pastas, salsas, quesos, embutidos son tan cotidianos como una arepa: se transfirió parte de su cultura a través del paladar.

Por su parte, Sciamanna detalló sus visitas, desde niño, a la fábrica de Arte Murano y cómo se maravillaba al ver el show de los artesanos elaborando esas increíbles piezas que, en su momento, llegaron a estar en casi todas las casas del país. Además, describió con genuina emoción a Chiritella, que es su pueblo de origen, su memoria, aunque su lugar de vida sea Venezuela.

Arquitectos, escultores, músicos, deportistas, constructores y empresarios de diversa índole, todos ellos han sumado sus conocimientos, su arte, su manufactura y su amor a esta tierra que no sólo les dio cobijo, sino una identidad, un porvenir, una vida digna y brazos abiertos desde el mismo día de su llegada. “Somos distantes, pero tenemos una gran afinidad en la forma de vivir… los italianos se han enamorado de Venezuela por culpa de los venezolanos”, estas expresiones de Marco Diamanti resumen el sentimiento de gratitud y amor de los italianos a nuestro país que, sin duda, es recíproco.

Les invitamos a ver completa esta sesión de cierre de un ciclo conmovedor y necesario para recordar qué ha sido Venezuela para tantas personas que vinieron a hacer vida entre nosotros y, además, esbozar qué seguirá siendo en el futuro para todos, más allá del lugar geográfico en el que nos encontremos.

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