Octavio Armand y Mario Crespo

Los cubanos
en Venezuela

Una de las migraciones más discretas, aunque de gran importancia, fue estudiada en esta sesión del ciclo "Venezuela país de inmigrantes: gratitudes de ida y vuelta"

POR: Fundación para la Cultura Urbana

La Cátedra Permanente de Imágenes Urbanas, fundada y dirigida por el sociólogo Tulio Hernández, se dedicó durante la primera mitad de 2021, a través del ciclo Venezuela país de inmigrantes: gratitudes de ida y vuelta, a estudiar el fenómeno de la inmigración en Venezuela y a valorar nuestra cualidad de país gentil, solidario y abierto a los grandes flujos de inmigrantes, como ha sido descrita en cada una de las sesiones que se han realizado.

En esta segunda parte del ciclo, la sesión 3, llevada a cabo el pasado 26 de junio, trató sobre una de las migraciones más discretas, en el sentido de que se ha hablado poco de ella, pero que no es menos importante ni menos influyente que otras: la cubana.

Los cubanos en Venezuela: antes y después de la revolución, como se llamó este encuentro, tuvo dos invitados: Octavio Armand, poeta y ensayista cubano, miembro de una familia con exilios bajo los regímenes de Batista y Castro, y quien reside en Venezuela desde 1985; y Mario Crespo, cubano que vivió muchos años en Venezuela, graduado de Historia del Arte, profesor, director y guionista de cine y teatro, y que actualmente reside en España.

La sesión

Tulio Hernández, moderador de la sesión, comenzó diciendo: “La cubana es una migración que, a pesar del peso que ha tenido en nuestra cultura, en nuestras empresas y en el mundo del espectáculo, no es de las más numerosas, pero es una de las más influyentes”.

Los cubanos en Venezuela

Luego, vino la etapa de calentamiento, en la que Hernández lanza, a modo de pitcher, palabras o preguntas cortas y los invitados responden brevemente, creando así la atmósfera propicia para el desarrollo de la conversación.

En el caso de Octavio Armand, Nueva York fue su primera ciudad luego de salir de Cuba, desde allí comenzó a familiarizarse con Venezuela: “Conocí en Nueva York a Juan Sánchez Peláez, a Ben Amí Fihman, a Tania Sarabia –que no ha cambiado nada».

Su primer viaje al país fue en diciembre de 1978, para encontrarse con un amigo cubano llamado Lorenzo García Vega, el más joven del Grupo Orígenes, y desde ese momento quedó encantado con el país. “Mis primeros amigos aquí eran comunistas de partido, o por simpatía: Salvador Garmendia y Carlos Contramaestre… y podíamos discutir y yo no era un gusano ni ellos unos cochinos comunistas o ñángaras, hablábamos de nuestras diferencias en concordia”.

Por su parte, Mario Crespo tuvo una salida más amable de Cuba. En 1992 fue invitado a dar algunos cursos en la Universidad Central de Venezuela y aquí conoció al artista plástico Juan Loyola quien, a su vez, contactó a María Teresa Castillo para hacer las gestiones necesarias para que Crespo pudiera quedarse en Venezuela, y así empezó su carrera en el cine y la televisión nacional.

Venezuela amable

Ambos invitados coincidieron en resaltar la amabilidad y afectuosidad de los venezolanos y esa gran capacidad de hacerlos sentir en casa. La migración cubana, en palabras de Tulio Hernández, no es tan asociativa, es decir, no hay  un club o una hermandad cubana, como sí las hay de migrantes de otras nacionalidades. En ese sentido, Mario Crespo tiene la teoría de que la cercanía cultural y de personalidad entre ambos pueblos hizo que el cubano se integrarse de una manera tan natural que no ha sido necesaria esa asociación.

Sobre la idea de nacionalidad, Octavio Armand explicó: “Para mí ha sido tan difícil ser cubano, como dejar de serlo… me es más fácil ser guantanamero, porque Cuba duele mucho. Son 60 años de este segundo exilio, entonces Cuba es dolor, Guantánamo son recuerdos gratos de la infancia”. En tanto, Mario Crespo, desde su segundo exilio, dijo que está claro que España no es su país, su corazón sigue en Venezuela, que es donde quisiera llegar al final de su vida.

Esta sesión estuvo llena de relatos y reflexiones sobre Cuba, Venezuela, el exilio, los tópicos que orbitan alrededor de estas palabras, lo kitsch en la cultura de ambos países y la influencia del kitsch político cubano, la utopía de Martí y su choque con la realidad.

Les invitamos a ver el video completo de la sesión y disfrutar de esta grata conversación entre buenos amigos.

Imagen de cabecero: Falkenpost disponible en Pixabay

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