La inteligencia artificial ha ganado terreno en la actualidad con la gran cantidad de aplicaciones en las que se ha ido incorporando su uso. En esta conferencia, Eugenio Scalise profundiza sobre un término que viene construyéndose desde los años 50
POR: Fundación para la Cultura Urbana
El sexto encuentro de las Conferencias FCU, organizadas por la Fundación para la Cultura Urbana, tuvo un giro en sus temas y presentó las inquietudes y perspectivas de la inteligencia artificial en estos tiempos en los que parece que todo puede ser sustituido por ella.
La conferencia, llamada «Inteligencia artificial: un viaje desde sus orígenes hasta su presente», busca mostrar una definición real de lo que significa este término, contar su historia, su presente y hacia donde se dirige esta arista de las ciencias de la computación con sus múltiples aplicaciones. Las palabras de presentación estuvieron a cargo de Diajanida Hernández, gerente general de la FCU, y de Elías Pino Iturrieta, presidente ejecutivo de la fundación.
Este último encuentro fue dirigido por Eugenio Scalise, licenciado en Computación y doctor en Ciencias de la Computación por la Universidad Central de Venezuela, profesor de las cátedras de Ingeniería de Software y Programación de Lenguajes en la Escuela de Computación de esta misma casa de estudios.
La existencia de la inteligencia artificial no es algo nuevo, desde los años 50 se viene trabajando el concepto y ha ido evolucionando a lo largo de las décadas, tomando cada vez más espacio en nuestra cotidianidad. Pero, ¿qué es la inteligencia artificial? Para Scalise, es una disciplina de la ciencia de la computación que produce algoritmos o programas capaces de aprender una tarea. Pero esta definición tiene un enfoque que puede ser visto desde cuatro perspectivas: un sistema que piensa como humano, un sistema que piensa racionalmente, un sistema que actúa como humano o un sistema que actúa racionalmente.
Más allá de su definición y de la perspectiva en la que puede enfocarse, Eugenio Scalise asegura que hay distintas áreas que componen la inteligencia artificial: planificación, programación y optimización; computación evolutiva; robótica; representación de conocimiento y razonamiento, y aprendizaje automático, siendo esta última la que actualmente estamos conociendo de forma masiva por plataformas como ChatGPT.
La historia de la inteligencia artificial se remonta a 1920, década en la que aparece por primera vez la palabra «robot» y que podía pensarse como una suerte de humanoide capaz de accionar como un ser humano, pero es a partir de 1936, de la mano de Allan Turing, el llamado padre de la computación y la inteligencia artificial, con la creación de la Turing Machine, un dispositivo que funda los pilares teóricos y matemáticos de la computación, que las máquinas comienzan a verse como si pensaran.
En 1950, Turing, imaginando un futuro en el que las máquinas podrían lograr tareas mucho más complejas que las hechas por el ser humano, diseña el llamado Test de Turing, un mecanismo con unas premisas básicas que nos permite ver si un sistema inteligente que utiliza un lenguaje natural es capaz de comunicarse con una persona, y esa persona sin saber que es un computador nunca se da cuenta de que es un computador. Para Turing, en el momento en que los computadores lograran pasar este test de forma satisfactoria se llegaría a un hito importante en la historia de la computación y había que estar preparado para ello.
Pero la primera vez que el término inteligencia artificial se utiliza en el campo científico fue en 1956, en Hanover, durante la Conferencia de Darmouth, donde un grupo de personas, lideradas por John McCarthy, estuvieron conversando sobre este tipo de aplicaciones que tuvieran un grado de «inteligencia» con la que se pudiera interactuar. A partir de aquí, la idea toma fuerza y durante las siguientes dos décadas los avances en robótica y en aplicaciones con un lenguaje evolutivo capaz de interactuar con los hombres fueron tomando vida, aunque para nuestros ojos su ejecución fuera algo rudimentaria. Tal es el caso de ELIZA, el primer chatbot de la historia creado en 1965.
Pero, ¿por qué surge esta explosión del uso de estas aplicaciones de IA si siempre han existido entre nosotros? El avance de la tecnología es la respuesta. Scalise asegura que la disponibilidad de datos es fundamental para esta explosión. El mayor poder de cómputo y la disponibilidad de GPUs que ayudan a entrenar a un modelo de inteligencia artificial forman parte de esas circunstancias que hacen que estemos hablando cada vez más sobre el tema.
Ahora bien, la inteligencia artificial está siendo utilizada para un sinfín de aplicaciones en nuestro día a día como Facebook, sistemas de seguridad y monitoreo, en el sector de la salud, en el mundo del entretenimiento, en el procesamiento de imágenes y video, y, evidentemente, el procesamiento de lenguaje natural para atención virtual al cliente, resúmenes de textos o clasificación de textos. Todas estas aplicaciones se han convertido en algo normal en nuestra vida, haciéndonos las tareas y los procesos muchos más llevaderos.
Sin embargo, el tema más actual, que se debate constantemente, son las IA generativas, una forma de inteligencia artificial que utiliza datos existentes para generar datos nuevos y «únicos» para los usuarios, a través de comandos específicos que le permitan a la aplicación crear texto, imagen, video o audio. Algunas de las más populares pueden ser: GPT-X (ChatGPT), PaLM2, Midjourney, Dall-E 2, Voicebox o MuseNet.
El uso de estas IA actualmente ha abierto el debate sobre los problemas que pueden traer en el futuro su uso exacerbado. Estas van desde la privacidad de datos y la utilización que se le puede llegar a dar a esa información si cae en manos equivocadas, afectando directamente a quienes usen estas aplicaciones, hasta la huella de carbono y la contaminación que crea constantemente. Sin duda, la inteligencia artificial puede ayudar al hombre en su evolución, pero el mal uso de ella puede desviarlo de ese avance, por eso, nuestro ponente habla de promover políticas de protección de datos y mantener auditorías constantes para poder saber realmente el empleo que se le esté dando a toda esa información que se genera.
Para cerrar, Eugenio Scalise asegura que es imposible detener todos los avances que se están dando en este momento, pero que esto no tiene que ser algo negativo. Trae a colación una cita del historietista y físico, Randall Munroe, para explicar con mayor propiedad la importancia de saber avanzar tecnológicamente: «No me preocupa cuán poderosas sean las máquinas, me preocupa es a quién dan poder esas máquinas».
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Si deseas ver la conferencia completa «Inteligencia artificial: un viaje desde sus orígenes hasta su presente», de Eugenio Scalise, puedes hacerlo en nuestro canal de YouTube a través del siguiente link.