Capítulo XIV del libro «Historia de la conquista y fundación de Caracas», en el que se precisan los datos que evidencian el día de la fundación de nuestra ciudad y el origen de su nombre
POR: Hno. Nectario María
Entre los historiadores y cronistas del pasado, dos solamente fijan el día de la fundación de Caracas y ambos apuntan el de la festividad de Santiago, que es el 25 de julio, como el de su erección por el capitán Diego de Losada. Son éstos el maestro Gil González Dávila y el carmelita fray Antonio Vásquez de Espinosa.[1]
El primero, por espacio de largos años, fue cronista mayor de las Indias y de los reinos de las dos Castillas; en 1648 obtuvo licencia para publicar el «Teatro Eclesiástico de la primitiva iglesia de las Indias Occidentales, vidas de sus Arzobispos, Obispos, y cosas memorables de sus sedes».
La obra consta de dos tomos, y en la página 297 del primero da comienzo al «Teatro eclesiástico de la iglesia de Venezuela…», en donde leemos: «La ciudad de Venezuela es cabeza de la gobernación y la fundó el general Diego de Losada en el día del apóstol Santiago del año de 1530. Tiene iglesia catedral y conventos de dominicos, franciscanos y mercedarios, un monasterio de monjas, dos hospitales y una ermita dedicada a San Mauricio».
Por esta cita aparece a las claras que Santiago de León, que era la ciudad de Venezuela, cabeza de gobernación, fue fundada el 25 de julio;[2] pero es evidente que el año que apunta no es el verdadero, ni pudo el autor señalarlo como tal, posiblemente fue error de copia, o más bien de imprenta.
El segundo que dice que fue el 25 de julio cuando Losada fundó a Caracas, es el famoso carmelita fray Antonio Vásquez de Espinosa, quien durante largos arios vivió en las Indias occidentales y recorrió, desde México hasta Chile, la mayoría de las gobernaciones. Entre sus obras históricas se destaca una monumental que intituló: «Compendio y descripción de las Indias Occidentales», cuyos originales se encuentran en la Biblioteca Vaticana, bajo la signatura Barberianus Latinus 3584.[3]
Del libro de Vásquez de Espinosa, el insigne investigad, el insigne investigador y cronista de Indias, Antonio de León Pinelo, que lo conoció manuscrito, en 1629, dice: «Es obra grande y de muchas noticias y la más copiosa que en la materia haya salido, y en casi todo depone su autor de vista: trata de imprimirlas».[4]
El valor histórico del libro de Vásquez de Espinosa es, pues, innegable. En el folio 65 de la parte impresa se lee lo siguiente:
El año de 566,[5] habiendo reconocido toda la tierra, y los sitios mejores della, eligió el dicho General Diego de Losada por sitio a propósito para fundar y poblar la ciudad, un famoso valle fértil y ameno, llamado Caracas, que está entre dos sierras, cuatro leguas del puerto de la Guaira, y después de haber tenido con los bárbaros crueles reencuentros y batallas, visto que no podían resistir el valor de los Españoles, le dieron la obediencia de Santiago, y así fundó la ciudad este día, y le dio por nombre Santiago de León…
Como se ve, tan ilustre historiador fija también el 25 de julio para la misma efemérides caraqueña; tan sólo yerra al adelantar un año este notable acontecimiento.
Como entre los muchos escritores antiguos que hablan de la fundación de Caracas, ninguno, salvo estos dos, menciona el día, puede muy bien admitirse como auténtico su testimonio, ya que para determinarlo tuvieron ambos, principalmente el segundo, como se deduce de la lectura de su obra, la ocasión y facilidad de documentarse en las fuentes originales.
A más de estas pruebas documentales, existen otras de no menor peso, y que varios destacados historiadores, como el eminente padre Constantino Bayle y el académico Gerónimo Martínez Mendoza, han señalado ya y puesto de realce: se trata de la festividad anual, conocida con el nombre de «Fiesta o Paseo del Pendón o estandarte Real», que Carlos V, por Real Orden del 28 de mayo de 1530, ordenó fuese celebrada en todas las ciudades de las Indias Occidentales, en el día aniversario de la fecha de su fundación.
Caracas celebraba anualmente la fiesta del Pendón en el aniversario de su fundación.- Gracias a los estudios analíticos del eminentísimo padre Constantino Bayle, conocemos, como ya anotamos, la verdad y sentido histórico de la fiesta del Pendón Real que celebran anualmente las ciudades americanas.
En acatamiento a lo prescrito por la Real Cédula de Carlos V, la ciudad de Caracas celebraba anualmente la fiesta del Pendón en el aniversario de su fundación, lo que evidencia, a todas luces, que ésta había tenido lugar el 25 de julio de 1567.
En el acto del cabildo correspondiente al 7 de julio de 1654 se lee lo siguiente: «… de tiempo inmemorial a esta parte ha sido costumbre que el alférez mayor de esta ciudad, la víspera y el día del dicho Santo Apóstol saque el Pendón y Estandarte Real con que se ganó…».[6] Como la ciudad tenía entones tan sólo ochenta y siete años de fundada, la expresión «de tiempo inmemorial» hace ascender la costumbre de
la festividad anual del Pendón, a los primeros años a de su fundación, lo que aboga a favor de ser el 25 de julio el verdadero día del nacimiento de Santiago de León de Caracas.
El Pendón o Estandarte Real, confeccionado con tela de alta calidad, llevaba en una cara las armas del soberano reinante, y en la otra, el escudo de la ciudad. Quedaba siempre depositado en casa del alférez mayor, quien lo guardaba con respetuoso cuidado.
La víspera de la festividad de Santiago, el gobernador, el cabildo, los demás funcionarios y los vecinos más destacados vestían sus mejores trajes y montados en caballerías engalanadas con lucientes adornos, en brillante desfile, se dirigían al domicilio del alférez mayor. Este, montando cabalgadura ricamente ataviada y alzando el Pendón Real, se colocaba al frente de la comitiva que se dirigía con la mayor solemnidad a la iglesia parroquial, convertida años después en catedral, en cuyas puertas eran recibidos por las autoridades religiosas con el obispo a la cabeza.
Se colocaba el Pendón en el altar mayor del lado de la Epístola y se cantaban las vísperas; al terminar, el Pendón regresaba a la residencia del alférez, en la misma forma y solemnidad que había venido.
Por la mañana del siguiente día, festividad de Santiago, se repetía el mismo ceremonial que la víspera, pero aun con mayor pompa y majestuosidad, para asistir a la misa pontifical, en la cual el prelado, o el mejor orador sagrado, enaltecía las glorias del patrono de la ciudad.
Las calles por donde pasaba el desfile eran lujosamente adornadas. Los juegos de cañas y toros eran las distracciones favoritas en la celebración del patrono de la ciudad de Caracas.
Dos reales cédulas, del 16 de diciembre de 1639 y del 26 de noviembre de 1645, dictaminaban sobre la celebración de la festividad anual del Estandarte Real. La primera, además, recordaba las disposiciones dictadas al mismo fin para otras ciudades de Indias, las cuales por su generalidad debían cumplirse en esta ceremonia.
Una comunicación del gobernador y capitán general don Martín de Robles, del 7 de septiembre de 1654, exponía las desavenencias que existían entonces entre los cabildos de Caracas (el eclesiástico y el civil) en la celebración de la Fiesta del Pendón.
Véase en la Sección Documental esta importante pieza, así como también lo dictado entonces por el Consejo de Indias.
Razón del nombre de Santiago de León, dado por Diego de Losada a la ciudad que fundara.- Son muchos los que han escrito sobre las razones que indujeron a Diego de Losada a dar el nombre de Santiago de León a la ciudad que fundara. Unos, como fray Pedro de Aguado, Oviedo y Baños y otros, dicen que impuso el nombre de León para honrar al gobernador Pedro Ponce de León; otros, que el Santiago era para su memoria personal, ya que Santiago es sinónimo de Diego, y que León era el nombre de la provincia de su pueblo natal.
No pude dudarse que Losada impuso el nombre de Santiago para honrar al Santo Apóstol, patrono de España y de todas sus empresas guerreras; pero, según lo advierte, con mucha razón, el insigne escritor y académico Rvdo. P. Pedro Pablo , en la provincia de León existía la orden de los «Caballeros de Santiago de León», fundada en 1161 por doce caballeros de León, para proteger a los peregrinos que iban a Compostela a venerar al gran Apóstol, contra los ataques de los musulmanes.
Desde su fundación hasta el tiempo de los Reyes Católicos, los «Caballeros de Santiago de León» prestaron siempre su decidido apoyo a los reyes contra los mahometanos invasores.
Desde los Reyes Católicos, el título de Caballero de Santiago de León fue solamente honorífico, muy estimado y deseado de la nobleza leonesa de aquellos tiempos. Tenían muy a honra ser miembros de esta orden caballeresca, y como los
Losadas pertenecían a la aristocracia, en su extensa parentela abundaron los caballeros de la Orden de Santiago de León. Refiere el padre Barnola haberse contado hasta nueve miembros de esta familia que fueron caballeros de esta benemérita orden.
Parece, pues, lógico deducir que el recuerdo de una orden tan esclarecida, de la cual, al haberse quedado en España, probablemente hubiese un día vestido el hábito, haya poderosamente influido en el ánimo de Diego de Losada para que diera a la ciudad que fundara el nombre de «Santiago de León».
Capítulo XIV del libro Historia de la conquista y fundación de Caracas, del Hno. Nectario María (Fundación para la Cultura Urbana, 2004).
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[1] Fray Antonio Vásquez de Espinosa, carmelita descalzo y escritor español, nació en Jerez de la Frontera el último tercio del siglo xvi, es decir, después del año de 1567 y murió en Sevilla en 1630.
[2] El autor, maestro Gil González Dávila, en su carácter de cronista mayor de las Indias, tuvo a su disposición todos los Archivos del Consejo de Indias, en los cuales se hallaban entonces multitud de documentos, que al correr de los tiempos han desaparecido; por lo tanto, estaría bien informado; y el día que señala hubo de conocerlo por datos fidedignos.
1 Es imposible también que ignorara el año de la fundación, por tener a mano los originales, hoy inexistentes; por lo tanto, el año que apunta en su obra ha de ser error de copistas o más bien de imprenta.
[3] En el verano de 1964, estando en Roma, sacamos directamente de este original, en microfilms y fotocopias, todas las páginas referentes a Venezuela, que son las que utilizamos para este estudio.
[4] En 1628 el autor obtuvo permiso para publicar el libro y principió a imprimirlo, pues el original de Roma consta de 112 páginas impresas y de 194 manuscritas; pero su muerte, acaecida en Sevilla en 1630, fue causa de que una parte quedase en pruebas de imprenta y la otra manuscrita.
The Smithsonian Institution, en 1946, publicó la obra completa de Vásquez de Espinosa, según transcripción de Charles Upson Clark.
[5] Véase en el capítulo VIII la imposibilidad de esta fundación en 1566.
[6] Enrique Bernardo Núñes en los Pendones de Santiago de León de Caracas. Año de 1946.